La postergación de la temporada de Grandes Ligas también postergó el posible regreso a la estelaridad de Félix Hernández, el pitcher venezolano con más victorias e innings lanzados en la MLB, cuya acción en los juegos de exhibición había creado fundadas esperanzas sobre su vuelta.
Hernández puso números brillantes entre 2005 y 2016, cifras que abonaron una candidatura al Salón de la Fama que súbitamente se comprometió después de eso. A partir de 2017 ha estado afectado por lesiones y una preocupante falta de consistencia, motivada por la pérdida de velocidad.
El último juego que tiró con el uniforme de los Marineros de Seattle, su equipo desde la adolescencia, fue vibrante y lucido. Es difícil no emocionarse al recorrer los momentos culminantes en el resumen que MLB Network tiene disponible en su canal de YouTube.
Hernández tenía 1.98 de efectividad en la Liga de la Toronja, al momento de pararse la acción por la pandemia del covid-19. Había repartido 14 ponches 13.2 innings. Sus 4 aperturas fueron buenas y la lesión de Cole Hamels le abría las puertas de la rotación de los Bravos de Atlanta.
Todo está en el aire ahora, aunque parece posible que el Rey Félix pueda seguir en los planes de su nuevo equipo, incluso con la inminente recuperación de Hamels, que ahora dispone de algunas semanas más para sanar.
El retorno de Hernández al sendero que recorren los buenos serpentineros es necesario para reavivar su candidatura a Cooperstown. La campaña recortada en 2020, en el caso de que sí pueda haber acción, le impedirá ser este mismo año el primer venezolano con 2.700 ponches y dejará para 2022, al menos, la meta de los 3.000, una cifra emblemática que reforzaría su esperanza de algún día entrar al Salón de la Fama.
El diestro de Flor Amarillo ha pasado a 2.524 hombres por las armas. Necesita 76 para los 2.600 (nada difícil, en principio) y 176 para el siguiente peldaño. La pausa obligada por el coronavirus le obligará a mantenerse en forma por su cuenta y esperar por sus metas un tiempo más.