Adquirida en el año 1986 siempre fue una empresa exitosa. Complementaba la actividad de extracción con la conquista de mercados y el proceso de formación internacional para los profesionales curtidos en la práctica y gerencia moderna. Ministros y dirigentes petroleros fueron sinónimo de éxito. Algún día -superada esta pesadilla- se les reconocerá como verdaderos próceres civiles.

La destrucción de Citgo va de la mano con la de toda la industria petrolera. Los improperios de la camarilla de palacio, acusando a otros, forma parte del menú maligno de los azotadores del erario; las calles les muestran incesantes la puerta de salida.

Vamos al grano con Citgo para desmontar a estos cleptómanos de manos rojas-rojitas.

Hasta la llegada del canibalismo esta empresa refinaba 3 millones de barriles diarios en distintos países de disimiles continentes. El desmembramiento comenzó con la venta de la empresa Antwerp, con sede en Bélgica, rematando en 2003 el 50% de las acciones. Nunca reportaron la venta. Rafael Ramírez sabe dónde están los reales y Chávez se llevó el secreto.

Ocho plantas de petróleo y asfalto fueron liquidadas desde 2006. No hay reportes de nada. Cuentas sordas y mudas.

En 2007 entregaron la refinería Camilo Cienfuegos en Cuba. Obviamente, se la regalaron a la familia Castro. Hoy la disfrutan a sus anchas.

Revenden cuantiosos activos de Citgo, deshuesando y despachando. Venta y obtención de dividendos no se reportaron a tesorería nacional y la Contraloría miraba para otra parte. Igual procedimiento se practicó en el año 2008. El hijo pródigo cuenta y guarda.

En actuación irresponsable -que caracteriza su vida- el usurpador solicitaba créditos con respaldo de Citgo y luego los bienes eran subastados. Conoco Phillips se encargó de varias de estas ferias.

A través de Petrocaribe remataron las acciones de Petrojam en Jamaica y Refidomsa en República Dominicana. Recibieron el dinero y después inventaron unos embargos para terminar con el pastel. En 2019 fue el reparto grande con Maduro dirigiendo y el hijo Zar con la libreta del asalto.

Las sucesivas liquidaciones y hasta ventas ficticias por la cúpula de Miraflores ha llevado a una triste realidad: el tirano y su séquito empeñaron Citgo y solo quedan 3 refinerías, cuyo patrimonio también está comprometido en 51%, gracias a la colocación de bonos internacionales de esa camarilla, con vencimiento en el año 2020. Es lo que reclaman hoy los acreedores.

La refinería en Curazao, con 35 años de servicio y de carácter estratégico, fue vendida en 2020. En este año le aplicaron la misma dosis a la refinería con sede en suelo sueco. Muchos de los bonos fueron adquiridos por ellos mismos y así el régimen tiene boletos para participar en la fiesta final.

hasta 2020 remataron 15 refinerías. El resto lo finiquitan el Zar Nico lacito y la estrella naciente de Alex Saab. De estos asaltos nada se sabe. Los capitales se trasladan en el tren de Miraflores o su simple filial: Flores. Allí van como parte del botín el dinero de los ex trabajadores petroleros despedidos ilegalmente y que son acreedores de PDV holding .

Aunque los capitales pasaron a los bolsillos del tirano principal, son muchos los responsables según la Constitución y la estructura legal referida a las empresas del Estado:

Ministerio de petróleo, economía y finanzas, la Onapre, el Ministerio de Planificación, la Contraloría General de la República, la Asamblea Nacional, Superintendencias Nacionales.

Lo cierto es que Citgo es solo una muestra del desguace de la industria petrolera. Se robaron todo y ahora dicen lo de siempre: fue el imperio, la oposición y las sanciones. Dura la cara roja.


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