JOHN PETRIZZELLI, CORTESÍA DEL AUTOR

Por ROSARIO ANZOLA

John Petrizzelli domina con maestría el relato, sea visual o escrito, y encuentra temas insospechados en los rincones más recónditos de la cotidianidad. Como creador de oficio, veteranía cada vez más evidente, se aventura día y noche en la pesquisa de personajes, ambientes y tramas que, entre nieblas, sombras y luces encandilantes, son interpretados, traducidos y expresados en fotografías, películas, crónicas y cuentos.

Esta vez nos presenta ocho narraciones que plantean al lector el reto de recorrer las páginas por laberintos de enigmas y misterios que desembocan en finales sorprendentes. Ocho oficiantes son los narradores, testigos de eventos que mantienen el suspenso de principio a fin. Cada personaje posee un oficio que lo asoma a múltiples realidades donde lo inaudito campea a sus anchas. De esta manera, un corredor de inmuebles, el secretario de una embajada, una monja carmelita descalza, un barbero, el capitán de una goleta, un improvisado profesor de inglés, el contador de un banco y un peluquero de mascotas coprotagonizan historias que pendulan entre la demencia y la lucidez.

Por ello es válido preguntarse dónde ubicarán los lectores el umbral entre la cordura y la locura en este libro pues el autor construye sus personajes a partir de una cadena de incidentes azarosos y puebla de elementos insólitos los escenarios donde se desenvuelven cada uno de los núcleos argumentales.

¿Será en la invasión de un tropel de monos a una afluente urbanización?

¿Acaso en un embajador cuyo país desaparece bajo las aguas?

¿En la clausura para siempre de un convento donde la monja repostera resuelve la tragedia del desalojo con una nueva receta de amarguillos?

¿En los graznidos y pitidos de un joven que se cree urraca?

¿En el capitán de una goleta que comercia una fruta pestilente?

¿En el inmigrante convertido en profesor de inglés de una extraña alumna?

¿En el paciente cero de una supuesta pandemia?

¿En el peluquero canino que percibe el pánico indescifrable de la mascotas que atiende?

No olvidemos que la palabra «cordura» encierra la raíz griega «corazón», ese lugar que –de alguna manera– privilegia las reacciones y pensamientos emocionales del ser humano.

Los argumentos de Los oficios no están precisamente alejados de la cordura, por el contrario, si contrastamos el «juicio», consciente o inconsciente, voluntario o involuntario, de los personajes frente a los avatares de sus vidas, podremos afirmar como Nietzsche que en la locura siempre hay algo de razón.

Los personajes de estos cuentos de John Petrizzelli se mueven en el terreno del delirio y la alienación. No obstante, su mundología se enlaza con lo sobrenatural vinculado a la experiencia del sentido y el sinsentido freudiano. Darán mucho que pensar a los lectores en el abordaje polivalente del texto, como es la pretensión fundamental de la escritura.

Un acierto más de la óptica creadora de un autor capaz de desentrañar los hilos de historias visibles e invisibles.


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