El diseñador belga Nicolas Di Felice fue el invitado en esta temporada para revisitar el legado de Jean Paul Gaultier en una colección que, temporada tras temporada, es lo más comentado de la semana de la Alta Costura de París.
En esta oportunidad, la colección otoño-invierno 2025 de la marca fue catalogada por expertos como una oda al corsé, los drapeados y el gusto por el detalle. Una historia de autodescubrimiento ambientada en París. Y justo en ella, Alejandra Ghersi, mejor conocida como Arca, hizo acto de presencia.
A través de sus redes sociales, la artista venezolana dio a conocer su participación en el tan esperado show. Agradeciendo a Di Felice por la oportunidad, destacó el cariño del diseñador y la confianza al escogerla.
«Gracias por mimarme con tanta gentileza y animarme a avivar la llama de la ferocidad y el amor por el glamour que nos une», escribió en su Instagram. «Felicidades por un escaparate sublime de siluetas tan refrescantes, y me refiero a cuando digo que me sentí arrebatada con esta pieza«, culminó con humor.
No es la primera vez que la multifacética cantante ha colaborado con grandes marcas internacionales. Como modelo ha realizado campañas de grandes como Calvin Klein, Bottega Veneta, Reebok, Mugler, Loewe y Proenza Schouler.
Además, ha sido portada de revistas como Vogue México y Latinoamérica, Paper Magazine, The Fader, The Wire, Dazed, i-D Magazine, Pop Magazine, entre otras.
Nicolas Di Felice y Jean Paul Gaultier
El diseñador, director creativo de la firma Courrèges, rescató el ADN de Gaultier y su sentido de la precisión, el trabajo manual y la técnica detrás de los detalles para rendirle tributo. Un homenaje al legado del francés que se ha traducido en una reinterpretación de los diseños con los que el propio Di Felice creció en su infancia en Bélgica en su versión más sutil.
Según la mirada de medios especializados en moda, Di Felice demostró su maestría al conjugar elementos clásicos de Gaultier con innovadoras propuestas contemporáneas. La colección mostró una impresionante variedad de looks, donde cada pieza era una declaración de estilo y originalidad.
Pasando por alto el color y las famosas rayas marineras que caracterizan el estilo de Gaultier, el belga apostó por el minimalismo. Una maleta de color neutra y sobria y siluetas fluidas con concesiones a los bordados y las transparencias son algunas de las claves de la colección.
Uno de los aspectos más destacados fue una serie de vestidos estructurados, la mayoría en negro, con detalles de corsetería que homenajeaban al icónico bustier de Gaultier, aquel que puso de moda Madonna y que permanece en el imaginario colectivo desde entonces.
La silueta, aunque futurista, mantenía una elegancia atemporal, combinando técnicas de alta costura con materiales de última generación.
Finalmente, el desfile no solo reafirmó el talento de Nicolas Di Felice como un digno sucesor de Jean Paul Gaultier. También ofreció un espectáculo visual imponente. La perfecta mezcla de tradición y modernidad en cada diseño, sumado al glamour de las celebridades presentes, hicieron de este evento uno de los momentos más memorables de la temporada de moda. Como era de esperarse.