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Julia Wendel es una joven polaca que acaparó esta semana la atención de los medios tras decir que cree ser Madeleine McCann, la niña británica que en 2007 desapareció en Portugal y cuyos padres siguen buscando, con la esperanza de que esté viva. Sin embargo, el detective español que siguió el caso duda de la versión de Julia.

Maddie, como llamaban sus padres de cariño a la pequeña, tenía tres años cuando desapareció del departamento vacacional donde sus padres, Kete y Gerry, la dejaron durmiendo con sus hermanos mientras iban a cenar a un restaurante, en el pueblo portugués de Praia de Luz.

Julia publicó en su cuenta de Instagram, de reciente creación, una serie de fotos para mostrar su parecido con Madeleine, incluyendo un raro padecimiento en un ojo, conocida como coloboma, que hace ver la pupila como con una especie de mancha.

Prueba de ADN

Julia señaló en su cuenta que pedía una prueba de ADN, pues no recordaba nada de su infancia y varias cosas la hacían sospechar ser Maddie. Después dijo que Kate y Geyy McCann habrían aceptado realizarse una prueba de ADN, aunque no hay confirmación oficial al respecto.

Francisco Marco, exdirector de la agencia de investigación Método 3, encabezó hace años la investigación de la desaparición de Maddie. Él no cree que Julia sea la pequeña. En declaraciones al medio RAC1, dijo haber practicado una investigación biométrica y que la comparó con las fotos que la joven polaca publicó en Instagram. Las pruebas, subrayó, no concuerdan con los rasgos de Madeleine.

“No me cuadra, no creo que sea ella”, insistió el investigador, para quien la joven polaca simplemente estaría buscando llamar la atención. “Busca notoriedad”, dijo.

Scotland Yard, la Policía Metropolitana de Londres, tampoco cree que Julia sea Madeleine y alegó que por eso no se ha involucrado más en el tema, una de las quejas de la joven polaca. Para los investigadores de Scotland Yard, Maddie murió el mismo día de su desaparición.

Pruebas biométricas

Para salir de dudas, utilizaron el envejecimiento robot para comparar los rasgos físicos de Julia con los que tendría que tener Madeleine, que a estas fechas tendría 19 años. El robot no halló parecido.

Hasta ahora, las autoridades cree que la teoría más probable en el caso Maddie es que fue secuestrada, y los indicios apuntan al alemán Christian Brueckner, quien cumple condena en una prisión alemana por tráfico de drogas y es investigado por varias violaciones a mujeres.

La investigación de sus movimientos demostró, por el rastro de su teléfono móvil, que se encontraba cerca del complejo de vacaciones donde se hospedaban los McCann la noche en que Maddie fue secuestrada.

Brueckner tiene abundantes antecedentes penales por abusos sexuales, agresiones físicas, robos y delitos menores, en algunos casos ocurridos durante su estancia en Portugal.  En el Algarve vivía de trabajos ocasionales y también de robos en hoteles y apartamentos.


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