¿Quién es Mike Johnson, republicano elegido nuevo presidente de la Cámara de EE UU?
¿Quién es Mike Johnson, republicano elegido nuevo presidente de la Cámara de EE UU?

Luego de tres semanas de una caótica puja intrapartidista que dejó expuestas sus profundas divisiones, los republicanos finalmente eligieron este miércoles a Mike Johnson, de Luisiana, presidente o speaker de la Cámara de Representantes.

La elección de Johnson puso fin a una disputa que comenzó el 3 de octubre cuando una facción del ala más extrema del partido forzó la destitución de Kevin McCarthy, el líder anterior, en represalia por un acuerdo con los demócratas para evitar un cierre del gobierno federal.

La destitución, primera en la historia moderna de la Cámara Baja, desató agrias disputas entre los miembros de esta colectividad. Otros tres candidatos -Steve Scalise, Jim Jordan, y Tom Emmer- fueron nominados para el cargo pero luego se retiraron de la contienda o fueron derrotados en la plenaria donde no pudieron obtener la mayoría mínima de 217 votos que se requería para quedarse con la posición.

Johnson, que surgió a último momento como alternativa para zanjar las diferencias, consiguió 220 sufragios, 3 más de los necesarios y todos ellos republicanos.

De 51 años de edad, Johnson es considerado un ultraconservador por sus posiciones extremas en temas de la agenda doméstica e internacional. Su victoria es interpretada como un triunfo parcial para el expresidente Donald Trump, pues Johnson es uno de sus más firmes defensores.

El expresidente, sin embargo, no pudo imponer a Jordan, que era su favorito y por el que pidió votar en repetidas ocasiones.

Su elección, vale anotar, fue bastante inusual y bien podría ser transitoria. El parlamentario, de entrada, se convierte en el presidente de la Cámara de Representantes más inexperto en por lo menos un siglo.

El legislador fue elegido por primera vez en el 2017 y solo lleva tres períodos consecutivos representando al estado. Antes de eso estuvo dos años en la Cámara de Representantes de Luisiana. Desde entonces nunca ha encabezado un comité ni tampoco ha sido el autor del texto de una legislación que haya sido aprobada.

Credenciales más bien pobres en una institución donde la antigüedad es de lo más preciado.

Como le dijo a El Tiempo un legislador del Partido Republicano, «llegamos a Johnson porque no había nadie más en quien nos pudiéramos poner de acuerdo y había que poner fin a este desangre que nos estaba matando».

Hay muchas dudas, además, de las capacidades de Johnson para comandar a una colectividad tan disímil y con la misma espada en el cuello que le costó el puesto a McCarthy: dado un acuerdo al que se llegó en enero de este año, cualquier legislador puede convocar a un voto de destitución contra el presidente.

Dada la pírrica mayoría de los republicanos en la Cámara de Representantes (221 vs. 212), solo basta con que cuatro legisladores decidan voltearse para enfrentar la misma suerte que McCarthy.

Y lo que le espera es toda una batalla campal. En poco más de dos semanas volverán a expirar los fondos para mantener abierto al gobierno federal y muchos en su colectividad no quieren arreglo alguno con los demócratas que no incluya un profundo recorte al gasto, más fondos para reforzar la frontera sur y reducir o eliminar la ayuda para Ucrania.

Además, está pendiente el suplemento de emergencia por más de 100.000 millones de dólares que pidió el presidente Joe Biden para Israel y Ucrania, al igual que los 12 presupuestos de gasto para el año fiscal 2024 que están aún pendientes de ser aprobados.

«Me pregunto por cuánto tiempo será speaker. Espero que por mucho tiempo pero si no retiran la cláusula que permite sacarlo con el voto de una persona, esto es ingobernable», dijo escéptico el senador republicano John Cornyn (R-Tex.).

De 51 años de edad, Johnson es considerado un conservador de extrema y trumpista furibundo que formó parte del equipo de defensa del juicio político contra el expresidente por la violenta toma del Capitolio del 6 de enero de 2021 y encabezó al grupo de republicanos que presentaron una demanda ante la Corte Suprema de Justicia para solicitar que anulara los resultados de las elecciones de 2020.

Algo que la Corte, de mayoría conservadora, rechazó de manera enfática por falta de argumentos.

Fueademás uno de los arquitectos en la estrategia legislativa de los republicanos para tratar de impedir que el Congreso certificara los resultados de esas elecciones.

Y ha dicho, en múltiples ocasiones, que la elección de Biden fue fraudulenta pese a que más de 40 cortes de país, en su mayoría encabezadas por jueces conservadores, rechazaron decenas de demandas dada la ausencia de pruebas.

Aunque una cosa es ser legislador y otra el presidente de la Cámara, Johnson fue uno entre solo 57 miembros del Congreso que votaron en contra de dar más ayuda a Kiev para enfrentar la guerra con Rusia y no se anticipa que ahora cambie de posición.

Abogado constitucionalista, el legislador se define como un «evangélico cristiano» que se opone al aborto y los derechos constitucionales que existían en Estados Unidos frente a la práctica hasta que la corte los tumbó a mediados del año pasado.

Ha respaldado en el pasado leyes o iniciativas como las que se aprobaron recientemente en el estado de la Florida que prohíben discutir temas de sexualidad y género en los colegios.

Su perfil indica en todo caso que si las relaciones entre demócratas y republicanos fueron hostiles durante el mandato de McCarthy ahora con Johnson podrían ser aún peor.

Por SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO


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