Siendo mis principales áreas de formación e investigación las del Derecho Constitucional y Derechos Fundamentales, es desde tales aproximaciones que suelo apreciar los múltiples fenómenos sobre los que me invitan a disertar y a hacer presentaciones, y que recientemente han sido temas que van desde la transformación digital y estado de derecho, el debido proceso, economía digital, Blockchain, libertad de expresión hasta del matrimonio y otras relaciones sentimentales como manifestación del derecho a la libre asociación y al libre desenvolvimiento de la personalidad.

Igual como ocurre con otros fenómenos y acontecimientos, que si bien inicialmente parecieran no tener vinculación directa con el área de especialización como lo es el Derecho Constitucional y los Derechos Fundamentales, recientemente tuvo lugar un evento que tal vez aún no hayamos caído en cuenta sus efectos y consecuencias para la civilización humana, y es que el pasado día seis de junio de 2024, resultó un absoluto éxito la operación de despegue y aterrizaje del más grande cohete que jamás haya existido, el Starship S29[1] desarrollado por una de las empresas lideradas por el Sr. Elon Musk, SpaceX[2], lo que equivaldría en la misma línea de las expresiones utilizadas el famoso día 20 de Julio de 1969, otro gran paso para la humanidad, en este caso en el camino hacia el planeta Marte y su población, proyecto y misión que el Sr. Musk ha insistido persistentemente es uno de sus más ansiados deseos.

Como he afirmado en algunos foros, no obstante la sorpresa, incredulidad y choque de muchos, y la incomodidad de otros, estoy personalmente convencido que la tecnología necesaria para lograr ese cometido de llegar al planeta rojo se encontraría mucho más adelantada y avanzada de que lo que se encuentra nuestra cultura y pensamiento jurídico ante los retos que como sociedad encontraremos ante las nuevas formas de interacción que se desarrollarán cada vez más a medida que nos vayamos acercando a ese momento de llegar efectivamente a superficies marcianas, y qué decir cuando ello ocurra, como así lo tienen en mente quienes activamente trabajan en ese multiplanetario proyecto ante la presencia humana en Marte o no, retos no solo respecto a las relaciones entre esos primeros habitantes terrestres y sus potenciales futuras generaciones, que serían técnicamente marcianos, sino entre nosotros mismos aquí en la Tierra quienes aún mantenemos creencias supersticiosas sobre muchos aspectos relacionados con la idea de derecho, legislación, Derechos Fundamentales, la autoridad, entre tantos más.

Como es usual en mis artículos mensuales los últimos viernes de cada mes desde que publico en El Nacional, hago referencia a hechos históricos ocurridos en dichos meses, y ocurre que coincide en el mes de junio un acontecimiento de gran importancia para la formación del constitucionalismo y la formación de la noción de Estado de Derecho y de Derechos Fundamentales como lo fue la firma el 15 de junio de 1215 de la Carta Magna en Inglaterra mediante la cual se somete a la misma al Rey Juan I o Juan Sin Tierra, siendo ese acontecimiento un antecedente de gran valor en la noción que una Constitución y los Derechos Fundamentales constituyen límites del poder  y no instrumento para su ejercicio, algo que desafortunadamente ha sido de manera abierta desconocido no solo por los totalitarios y déspotas de siempre, sino que no ha terminado de ser asimilado en la cultura y pensamiento general de los ciudadanos.

No obstante nos encontramos en pleno Siglo XXI y estamos ante despliegues tecnológicos como los de la posibilidad técnica de acceso ilimitado a Internet sin restricciones desde cualquier lugar del planeta como perfectamente puede hacerse a través de Starlink[3], más aún con la presentación de su versión más portátil como lo es la Starlink Mini anunciada en X por el Sr. Musk el 17 de junio[4], y con ello como nunca antes en la historia poner a disposición de la humanidad recursos que jamás habría sido posible siquiera imaginar en todas las áreas del conocimientos, nos ha de generar gran preocupación como desde 1215 hasta hoy en comparación con la tecnología, resultarían muy pocos los avances en cuanto a nuestra cultura y pensamiento jurídico constitucional dirigido hacia la libertad y garantía del pleno ejercicio de derechos fundamentales.

Pareciera algo más que una mera contradicción, que a la par de los desafíos que la humanidad no solo contra los elementos ha tenido que superar, sino frente a su misma naturaleza, nos encontremos con sociedades bajo regímenes despóticos y totalitarios instalados gracias a narrativas sofistas, falacias, eufemismos y demás artilugios retóricos, sometidos a sistemas regulatorios con una idea del derecho y la legislación que cual  dogmas y creencias supersticiosas, materialmente desincentivan la creatividad, el progreso y con ello la prosperidad, lo que no vano ha resultado en algunos casos desde el estancamiento hasta retrocesos en materia de cultura jurídica y estado de derecho[5].

Debe sin duda preocuparnos como prácticamente muy poco, y en ocasiones prácticamente en nada, se ha avanzado en la noción de producción legislativa que supere la tribal idea de que sea a través de una voluntad distinta de quienes efectivamente han de regirse por tales normas, y es por ello que muy difícil resulta siquiera imaginar la creación de sistemas normativos al margen de los estados como bien pudiera ser mediante estándares libres y voluntarios, y que decir de la idea de derecho programable o bifurcable, en especial ante existencia de fenómenos y realidades “alegales”, es decir, que no se rigen por el derecho legislado sino por otras categorías de sistemas normativos.

Resulta que el día primero de abril de 2024, día de los inocentes, o día de las bromas de abril (April Fools’ Day), leía una publicación en «X»[6], anteriormente Twitter[7], – también bajo la dirección del Sr. Musk[8]-, que el apreciado profesor de la Universidad de Texas en Austin, Richard Albert[9], a quien considero una de las personas más influyentes en el mundo del constitucionalismo, indicando que había sido designado miembro permanente del “Consorcio Constitucional Interplanetario”, siendo la misión principal de dicho Consorcio el de “formular recomendaciones sobre la gobernanza del espacio exterior”, pero más inmediatamente la tarea de redactar la «Constitución de Marte».

Más allá de las consideraciones sobre si se estaba en el día de las bromas de abril, y que para muchos países en Hispanoamérica y en España no es el primero de abril, sino el día 28 de diciembre como el “día de los inocentes”, no solo nos era más dificultoso caer rápidamente que se trataba de una broma, pero es que además resulta absolutamente verosímil, y más ante el acelerado desarrollo y avance del proyecto SpaceX y otros del Sr. Musk, esa publicación del Profesor Albert, quien señalaba en modo que entendemos ya jocoso, pero absolutamente verosímil, que dicha interesante designación y proceso de postulación se habría iniciado en junio de 2023, cuando habría conocido a Elon Musk y en las instalaciones de SpaceX en Texas y en diferentes reuniones conversaron sobre la necesidad de crear una estructura normativa para la gobernanza del planeta rojo ante su visión de que pudiera ser poblado en las próximas dos décadas, lo que el Sr. Musk insiste recurrentemente y no necesariamente en el día de las bromas de abril, y que en dicho “Comité” estarían también como miembros permanentes personalidades como Chris Hadfield[10], Helen Sharman[11], Neil de Grasse Tyson[12], y Yi So-yeon[13]-y quienes mejor que ellos de crearse realmente un Comité con esa función-, aunque las reflexiones que aquí se formulan sobre la invitación necesidad de repensar la idea de constitucionalismo desde un tiempo en el que también nos estamos refiriendo a la noción de que el ser humanos está próximo a ser una especie interplanetaria y de conformar sociedades multiplanetarias, se formulan las formulamos al margen de todo el interesante desarrollo del sistemas normativos sobre la materia como los Tratados y Principios de las Naciones Unidas sobre el Espacio Ultraterrestre entre otros, propias del Estudio del Derecho Espacial[14],  así como de las interesantes actividades llevadas acaba por oficinas como Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior –United Nations Office for Outer Space Affairs– (UNOOSA)[15], y de muy ilustrativas conferencias y conversaciones[16].

En este estado de la lectura, imagino que igual como me ocurriera a mí, son cientos, miles, la ideas y pensamientos que vienen a la mente sobre los temas que podrían abordarse en toda esta noción y alcance de lo que podríamos llamar y así le refería directamente mediante una publicación en X al propio Profesor Albert a quien tuve la oportunidad de conocer y compartir algunas ideas[17], que estaríamos ante un “Derecho Constitucional Interplanetario” o “Constitucionalismo Marciano”[18], incluso cuestionarnos desde su más inicial idea por qué y para qué sería de alguna manera útil a la humanidad plantearse llegar a Marte, y más aún, poblarlo, ¿Es que no existe acaso cosas más importantes en la Tierra y que aún no hemos solucionado? Sin lugar a dudas son muchísimas las reflexiones que despierta esta situación.

Como se ha referido, más allá de si esa publicación se dio en el marco de una broma, como hemos observado recientemente resulta completamente verosímil, y visto los avances de los proyectos del Sr. Musk no solo en ese particular caso de SpaceX, pero el de los robots de Tesla, el Optimus[19], no se está en modo bromeando cuando se está ante fenómenos que nos obligan a repensar muchas instituciones del Derecho Constitucional y Derechos Fundamentales en la actualidad sin que sea necesario que lleguemos a Marte pare ello, baste analizar la actual situación presentada con otro de los proyectos del Sr. Musk como lo es Starlink y la situación presentada con la justicia de Brasil en la que un Tribunal ordenó restringir las publicaciones de determinados usuarios y el Sr. Musk se negase a acatar la orden judicial argumentando que la misma viola el derecho de libertad de expresión, aunque posteriormente señaló que acataría la orden judicial[20], pero también respecto de los temas de “Derecho Constitucional Marciano” bien podríamos señalar que en efecto existen interesantes trabajos, siempre sujetos a su lectura crítica que son de interés[21].

En cuanto algunos de los temas que se me ocurren pudieran tratarse en un programa «sistema normativo marciano», considero que entre otros, no podrían faltar la idea de Poder constituyente interplanetario y su Congreso fundacional, sistema de gobierno y sistema económico, ¿Debería ser un reflejo y espejo de la Tierra o debería pensarse algo distinto?, La idea de Estado, nación y ciudad. ¿Será buena la idea de pensar en ciudades estados marcianas?

¿Qué hacemos con el populismo interplanetario? ¿Adoptamos un sistema jurídico de derecho civil continental, de derecho común, o algo distinto? ¿Cómo sería ese nuevo sistema marciano?

Los sujetos de derecho más allá de la noción de la personalidad jurídica como se conoce en la Tierra ¿Ahondamos en discusiones sobre personalidad jurídica de los agentes de inteligencia artificial?

Política monetaria y fiscal ¿Será conveniente exportar las taras e inconvenientes terrícolas que tenemos sobre fiscalidad o la repensamos?

El llamado derecho laboral y si debería superarse como ocurrió con la esclavitud como relación de producción y en la que la revolución industrial jugó un importante papel. Gobernanza, participación ciudadana y ciudadanía interplanetaria o marciana. Estado de Derecho o Rule of Law. Derechos Fundamentales, su garantía y protección. Libertad religiosa, libertad de expresión, derecho a la privacidad. Propiedad de la tierra en Marte y sus recursos.

Los anteriores son solo una pequeña muestra de los muchos  retos que han de ser abordados para la formación de una cultura y pensamiento jurídico para una época de la humanidad en la que se plantean relaciones interplanetarias, y que así como en otroras épocas como las de los grandes descubrimientos y grandes viajes surgieron y fueron formándose instituciones sociales y jurídicas, no muy distinto ocurre hoy en la que de manera espontánea y no mediante imposiciones heteronómicas, y que de esa manera, también espontanea, surjan instrumentos que sirvan a la sociedad y sus individuos a poder desarrollar libremente sus proyectos de vida, sean ya en la Tierra o más allá de sus límites.

Si bien pudiéramos afirmar que tecnológicamente estamos muy cerca de ese momento de llegar a Marte, no hace falta hacerlo para reflexionar sobre nuestras realidades y cómo debemos adecuar nuestra cultura y pensamiento jurídico a lo que ya somos una civilización “multiplanetaria” o “Interplanetaria”, ya que si bien todavía ningún humano ha tenido presencia física directa en el planeta, y sí a través los diversos vehículos como lo son el Sojourner, el Spirit y Opportunity, Curiosity, y el Perseverance[22], que por esos lares deambulan enviándonos gran cantidad de información necesaria para el encuentro.

El ser en efecto una civilización multiplanetaria nos obliga a reflexionar no solo respecto de como hemos insistido, el inminente poblamiento de Marte, lo cual ocurrirá en años, décadas o siglos, Marte seguirá allí; sino también respecto de nuestra propia situación sobre como crear y adoptar sistemas normativos para aquí en la Tierra que tengan como finalidad la libertad de ciudadano y no su control y sumisión, que estén destinados a la creación de prosperidad, en los que podamos pasar de la cultura de la autoridad a la cultura de la justificación.

Hechos como la Carta Magna de 1215 o la redacción de una Constitución Marciana, más allá de los contextos que los inspiran, deben invitarnos a atender y enfrentar realidades aún presentes en nuestras sociedades como es que aún existen regímenes totalitarios violadores de derechos fundamentales, y lo peor, es que se basan en narrativas absolutamente farsantes de supuesta protección, graves violaciones a la libertad de expresión, a la privacidad, al libre desenvolvimiento de la personalidad, abusiva invasión de los poderes públicos en aspectos eminentemente de naturaleza civil y privada, y que decir de la ineficacia de la Constitución para el control del poder y no como instrumento para su ejercicio.

Hoy más que nunca, y con la premura de hacerlo antes de llegar efectivamente a Marte y del desarrollo del “Derecho Constitucional Interplanetario” y el “Constitucionalismo Marciano”, debemos analizar y repensar de ser necesario, con sus aciertos y errores, nuestra cultura jurídica y reflexionar sobre nuestra propia terricolaridad, atrevernos a aparatarnos de categorías, conceptos e instituciones que muchas veces no son más que constructos o representaciones, muchas de ellas impuestas, de las que nos cuesta trabajo dejar a un lado dificultándonos la superación de muchos dogmas, y de esa manera formar nuevos sistemas normativos pensados para la libertad, para la humanidad.

No podemos esperar llegar a Marte o a la luna, para poblarlas o colonizarlas para ser críticos en analizar si nuestros propios sistemas realmente atienden a la libertad, a la propiedad, libertad de expresión y libre desenvolvimiento de la personalidad, todo lo cual como podemos observar, prácticamente en todos los continentes del planeta se encuentran presentes regímenes que se sustentan en el poder mediante la sistemática violación de las más esenciales libertades civiles mediante la intimidación, abyección y manipulación ideológica, limitando la ayuda a la humanidad, la creatividad y el progreso.

Necesitamos puentes, puentes entre culturas, pero más que aquellos que eventualmente se tenderán entre Marte y la Tierra, que algún día existirán, igual que ascensores entre los dos planetas,[23] necesitamos como bien afirmara el Jurista y Profesor de Derechos Humanos de Suráfrica, pero también computista, Etienne Mureinik[24], un puente entre la Cultura de la Autoridad a la Cultura de la Justificación.

¿Mitología repensada?

Mientras escribía estas notas, no dejaba de pensar en otro aspecto de la importancia que ha tenido Marte para la cultura y el pensamiento humano, en su ser, en sus más profundas reflexiones, y que al tenerlo más cerca, al punto como hemos analizado de incluso poblarlo, estaríamos más que tentados en reescribir su significado, y no faltará quien también pretenda cambiar algunos nombres.

Pues resulta que el nombre del planeta rojo, Marte, fue bautizado así en nombre del dios romano de la guerra, correspondiente en la mitología griega a Ares, y su rojizo color evocaría nada menos que la sangre derramada a lo largo de la historia en toda clase de encuentros bélicos, por ello no es de extrañar que tantos guerreros se hayan encomendado a ese dios con anterioridad a las batallas, o como la noción de las «artes marciales» tiene también como origen la idea del perfeccionamiento de las artes de la guerra.

Y resulta también que Marte, o su griego equivalente Ares, tuvo dos hijos gemelos con Venus y Afrodita, según la lectura romana o griega, llamados uno Timo o Pavor, y el otro Fuga o Formido, en la mitología romana, y en la griega, Deimos y Fobos, que son los nombres de las lunas de Marte, y que personifican al terror y al miedo.

Si bien no forma parte de este artículo pensamientos y consideraciones mayores sobre esta interesante aproximación, quería compartirlas con la finalidad de despertar la curiosidad de como fenómenos de por miles de años llamaron la atención de la humanidad de forma tal de relacionarlas con guerra, muerte, sangre, violencia, miedo y terror, su cercanía hacen que desaparezca esa perspectiva y que invite como he podido observar en una muy breve encuesta hecha a quienes les comento sobre el nombre de Marte y sus satélites, hay personas que consideran que deberían renombrarse y otros que por el contrario, llegar a Marte significaría un importante paso para la humanidad en la superación de todos esos aspectos negativos.

¿También deberíamos repensar la historia entre Marte, Venus y Vulcano?

Junio: Un mes con más casualidades de lo habitual.

Como he señalado, he dispuesto que mis publicaciones en El Nacional sean los últimos viernes de cada mes, y suelo tratar acontecimientos ocurridos en dichos meses, los cuales voy anotando en la agenda que voy pensando y desarrollando a medida que van transcurriendo los meses.

En el caso de junio desde el inicio del año tenía previsto tratar algo relacionado con la firma de la Carta Magna mediante la cual el Rey de Juan I de Inglaterra conocido como Juan Sin Tierra quien el 15 de junio de 1215 en Runnymede firmaba su sometimiento a la Constitución, acontecimiento que como es de imaginar es de gran importancia en la formación de la idea de constitucionalismo y cultura jurídica.

Ya estaba listo, tenía el tema en mente, en abril con la publicación del día de los inocentes o día de la broma de abril del profesor Richard Albert, en el que casualmente señala que el supuesto encuentro con Elon Musk había sido en junio de 2023, le comenté sobre la idea del «Derecho Constitucional Interplanetario» y «Constitucional Marciano», y en mayo, había sido invitado por el profesor Xavier Philippe y el Dr. Hugo Abas Frazao para presentar una ponencia sobre los desafíos del constitucionalismo  en la era digital, ello en el marco de un seminario impartido en la Universidad Sorbona de París con la Escuela de la Magistratura Federal de Brasil, en la que precisamente atendiendo a la situación planteada por la justicia brasileña que ordenaba a X, y más específicamente a Elon Musk, -quien también en una oportunidad expuso en la Universidad París 1 Pantheon Sorbonne[25]-, la restricción en esa red social a algunos usuarios así como información de sus perfiles, ante lo cual se resistió indicando que tal decisión constituía una vulneración al derecho a la libertad de expresión[26].

Llegó junio y si bien tenía ideas suficientes, ahora es que empezaban las casualidades que vinculaban el tema a tratar con los proyectos por el Sr. Musk y acontecimientos relacionados como que el 6 de junio la prueba y lanzamiento satisfactorio del Starship de SpaceX o la Asamblea de accionistas de Tesla el 13 de junio en la que además de acordarse el cambio de domicilio legal de la empresa de Delaware a Texas, se aprobó el reconocerle nada menos que una contraprestación anual que supera los 50 millardos de dólares.

Y si creen que no son esas casualidades suficientes, hay algo más y más impresionante aún.

¿Recuerdan que mencioné que publico en El Nacional los últimos viernes de cada mes? Pues este año cae el último viernes de junio el día 28, ¿Y saben quien cumple años el 28 de junio? Pues sí, Elon Musk[27], y seguro como estoy que este contenido es de su interés, quedo atento en caso que lo lea, de sus observaciones y comentarios. Mientras tanto Marte estará viendo todo desde la altura.


[1] https://www.spacex.com/vehicles/starship/

[2] https://www.spacex.com/

[3] https://www.starlink.com/

[4] https://x.com/elonmusk/status/1802567759835844838?t=2QkWys2bNspSt5uwm0AbIg&s=19

https://x.com/elonmusk/status/1802570997398127086?t=jshmjHtI8WQcmft-4X6FQw&s=19

https://x.com/elonmusk/status/1802573459848929781?t=iJ2eVWsSycazEQshPXH-bg&s=19

[5] https://worldjusticeproject.org/rule-of-law-index/

[6] https://x.com/home

[7] https://x.com/RichardAlbert/status/1774693345748537523?t=92-K07A47mEmOcSNQi3Ojw&s=19

[8] https://x.com/elonmusk

[9] https://www.richardalbert.com/

[10] https://chrishadfield.ca/

[11] https://www.helensharman.uk/

[12] https://youtube.com/@startalk?si=IdLvzdv5u8NRPjg9

https://en.m.wikipedia.org/wiki/Neil_deGrasse_Tyson

[13] https://en.m.wikipedia.org/wiki/Yi_So-yeon

[14] https://www.unoosa.org/pdf/publications/STSPACE11S.pdf

https://legal.un.org/avl/pdf/ha/tos/tos_s.pdf

[15] Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior / United Nations Office for Outer Space Affairs, UNOOSA. https://www.unoosa.org/

[16] Sobre el tema me es grato difundir agradable Tertulia Digital de fecha 21 de julio de 2020 con ocasión a la en la semana del 51 aniversario de la llegada a la luna con Elisa Gonzalez (España), Juan Cruz Gonzalez (Argentina) y José Godinho (Venezuela)

https://youtu.be/NcJfMpSCb38 (Parte 1)

https://youtu.be/UeDRGbmkHac (Parte 2)

https://youtu.be/S0yLFg8Bb6s (Parte 3)

[17] The International Forum on the Future of Constitutionalism.

We had a very nice conversation with the wonderful team of “The International Forum on the Future of Constitutionalism” that are organizing and promoting “The Global Summit” that will be held live online via Internet from January 12 to January 16, 2021. (10 nov 2020) https://www.youtube.com/watch?v=SrNJxp_07Do

[18] https://x.com/robertohungc/status/1774993475068432434?t=fxsidjpj91yPKiQNtn372Q&s=19

[19] https://x.com/tesla_optimus

https://www.tesla.com/AI

[20] https://www.bloomberg.com/news/articles/2024-04-16/musk-s-x-retreats-pledging-to-comply-with-brazil-court-orders

[21] Ver entre otros:

Harvard Business Review. The Commercial Space Age Is Here. Private space travel is just the beginning. by Matthew Weinzierl and Mehak Sarang. February 12, 2021

https://hbr.org/2021/02/the-commercial-space-age-is-here

Interplanetary Constitutionalism: A Martian Constitution. 14 Case W. Res. J. L. Tech. & Internet 132 (2023)

https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=4372303

THE UNIVERSITY of MISSISSIPPI. SCHOOL OF LAW / AIR AND SPACE LAW PROGRAM JOURNAL OF SPACE LAW VOLUME 46, NUMBER 1 2022

https://airandspacelaw.olemiss.edu/wp-content/uploads/2023/08/Journal-final-46.1-1-1.pdf

JOURNAL OF LAW, TECHNOLOGY & THE INTERNET • VOL. 14 • NO. 1 • 2022 – 2023. INTERPLANETARY CONSTITUTIONALISM: A MARTIAN CONSTITUTION. Mia Bonardi

https://scholarlycommons.law.case.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1146&context=jolti

The Constitution of Mars.md

https://gist.github.com/avar/610721#file-the-constitution-of-mars-md

[22] https://spaceplace.nasa.gov/mars-rovers/sp/

https://spaceplace.nasa.gov/mars-rovers/en/

[23] https://www.businessinsider.com/space-elevator-pros-cons-japan-design-revolutionize-space-travel-2024-5

https://technology.inquirer.net/134966/japanese-space-elevator-2025

[24] Etienne Mureinik (1994) A Bridge to Where? Introducing the Interim Bill of Rights, South African Journal on Human Rights, 10:1, 31-48, DOI: 10.1080/02587203.1994.11827527

https://doi.org/10.1080/02587203.1994.11827527

[25] https://mediatheque.univ-paris1.fr/video/3985-conversation-avec-elon-musk-a-luniversite-paris-1-pantheon-sorbonne/

[26]  «Les défis du constitutionnalisme à l’ère des sociétés numériques: aspects de droit comparé». Seminar organized by the Institute of Legal and Philosophical Studies of the University Paris 1 Sorbonne Pantheon and the School of Federal Magistrates of the first region of Brazil. 22 may 2024

[27] Elon Musk by Walter Isaacson. 2023.


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