Se van expresando los actores, nacionales e internacionales, sobre Venezuela. El momento cumbre del cambio se avecina. Cual esperar un parto, esta nación con nombre de mujer, Venezuela, ha estado experimentando, mucho más que un momento electoral, una inocultable rebelión ciudadana, pacífica y valerosa.

Enfrentando toda clase de atropellos, represión y violaciones de sus derechos a elegir sin intimidación a sus ductores, ¡la nación avanza! Con prisioneros políticos, ¡avanza! Con millones de exiliados, ¡avanza!

Cada pueblo, cada ciudad, cada barrio se agolpa al paso de esta “campaña admirable” en la que María Corina y Edmundo pa’ todo el mundo van mostrando su rostro de verdad y compromiso con la trascendencia de este momento histórico, y de cambio ineludible. Cambio con y para el futuro de nuestras nuevas generaciones de jóvenes venezolanas y venezolanos. Cambio para el regreso de la concordia y la paz entre toda la familia venezolana. Cambio para el regreso de cientos de miles de ellas, arrojadas al destierro por una tiranía criminal y apátrida.

Las acertadas respuestas de la dirección política que se ha conformado, en sintonía con el pueblo, con todos nosotros, bajo la coordinación e influjo de una conducta intachable de una mujer venezolana, María Corina Machado Parisca, nos han preparado para este antes, el durante y el después del momento electoral del 28 de julio próximo. Pero aún más, nos han devuelto la confianza ante la posibilidad, convertida ahora en certeza de que el cambio viene, y es indetenible. ¡La soberanía reside en el pueblo!

El triste papel del discurso del ministro de la Defensa, Padrino López, no nos debe extrañar. “Por ahora” las reacciones visibles de la mayoría correspondiente con nuestro pueblo y Constitución, y en los distintos niveles jerárquicos del estamento militar son de prudente silencio. Las reacciones definitivas y “hasta el final” se verán cuando el bravo pueblo se manifieste, multitudinariamente, al ejercer su derecho al voto y se quede a defenderlo para refrendar dicho cambio. ¡Ya todo el mundo sabe que es con Edmundo!

Entre los actores internacionales, claves para el orden de la realidad mundial, el actual presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, y el exmandatario Donald Trump, acaban de escenificar su primer debate. Nada diferente de lo que se esperaba de ellos. Un experimentado político que reconoce que el problema migratorio posee una raíz mucho más profunda de lo que un muro puede contener y un agresivo candidato que intenta regresar a la Casa Blanca de la mano de una propaganda xenófoba en contra de los inmigrantes. Cientos de miles de ellos somos de Venezuela. Migración provocada precisamente por la indefinición hacia las causas que nos han traído hasta su territorio. Unos pocos pero muy dañinos sujetos que habrán de ser erradicados del mismo, y muy probablemente del mundo. A ambos, Biden y Trump, les pedimos en nombre de la familia norteamericana que no sacrifiquen la oportunidad que tiene el pueblo venezolano de su libertad en el terreno fangoso de la demagogia. Que apoyen la “alianza por la libertad” que hemos construido desde hace más de veinte años, y desde la base de lo mejor de la sociedad venezolana. Les pedimos que ejerciendo una política de Estado, a la altura de su gloriosa historia, vengan como se los pidió Churchill a auxiliar la defensa de la libertad de los pueblos contra el colectivismo militarista-fascista que no es otra cosa que el nazismo; esta vez no en el viejo continente europeo sino acá en América, donde la Rusia del criminal Putin mantiene una acción de control permanente con su pieza Padrino López de un sí proimperialismo pero ruso, con el peligroso terrorismo islámico de Irán, y del tráfico humano y de narcóticos desde los bandas armadas del ELN y disidentes de las FARC.

El mundo occidental les pide hoy a ambos líderes, de demócratas y de republicanos, que respalden sin cortapisas ni modos dubitativos nuestra lucha que está por lograr la libertad de Venezuela, e iniciar el camino de su regreso a la democracia.

Los millones de ciudadanos de origen venezolano, más cubano, más nicaragüense, es decir, muchos más, desde todos los rincones de Estados Unidos, los latinoamericanos-estadounidenses de bien que habitan en la tierra de Abraham Lincoln, tierra de  libertad, de igualdad ante la ley y el progreso, les exigimos unidad para actuar con claridad y decisión definitiva, frente a la decisiva lucha “hasta el final”: por la vida, por la libertad, por la justicia de nuestro pueblo venezolano. El pueblo del Miranda en Pensacola, el del general victorioso del arco de triunfo de París, el mismo que en su partida desde New York, con demasiado recato desde el poder presidencial para apoyarlo entonces,  partió al desembarco con la bandera tricolor a la Vela de Coro, el 3 de agosto de 1806.

Por amor al pueblo del Bolívar de la admiración mutua con Washington, y como tantos pueblos que en Estados Unidos le rinden homenaje a su figura libertadora, el 24 de julio venidero, a cuatro días del momento que debe ser eleccionario, colocaremos como siempre la ofrenda floral a Simón Bolívar en Bayside, en el boulevard Biscayne de Miami, en recuerdo a su natalicio. En su estatua y monumento con banderas de los países: Estados Unidos, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. También con el acompañamiento de nuestras hermanas de lucha Cuba, Nicaragua, Ucrania e Israel. ¡Vengan todas las hermanas y hermanos de los pueblos y banderas del mundo a exigir la libertad!

@gonzalezdelcas

[email protected]


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!