Foto EFE

Cuando Chávez asumió la vía electoral para llegar al poder esgrimió como mensaje el rescate de los valores patrióticos, insufló las venas de los venezolanos de sangre patriótica, retomó los símbolos patrios; la bandera, el himno, los discursos y proclamas de Bolívar, retrotrajo al país a los tiempos de la guerra de independencia.

Esta estrategia le dio buenos resultados, al punto de que muchos profesionales, clase media y alta, se sintieron reflejados en el verbo vengador y justiciero del muchacho de Sabaneta. Así, sin bajar la guardia, continuó con su estridencia y la explotación del sentimiento patriota hasta que poco a poco la corrupción se fue apoderando del proceso de una manera ostensible e innegable.

Gobernadores, alcaldes, ministros y dirigentes del PSUV se entregaron a las mieles del poder. Viajes, mansiones, lujosas camionetas y una seguidilla de guardaespaldas en costosísimas motocicletas se exhibían por todas las ciudades donde tenían mayoría absoluta. Adiós ideología, adiós democracia, la corrupción administrativa y moral sustituyeron ese espíritu patriótico por la decadencia, la mentira, el abuso y la sumisión y control de la militancia y de las instituciones.

Ante este panorama terrible de miseria y destrucción se cansó el país, el rechazo se hizo mayoría y la cúpula pesuvista y el gobierno no tuvieron más remedio que valerse de la trampa y la represión para mantenerse en el poder.

Ahora luce agotado, descubierto, sin apoyo popular, solo la fidelidad de los militares, especialmente el componente de la Guardia Nacional, los sostiene y buscan como salvavidas un arrebatón electoral, abusivo y en contra de 85% de los venezolanos.

Así llega como movimiento esperanzador y triunfante la candidatura de Edmundo González Urrutia, un hombre calmado, con la sabiduría de los años y el conocimiento profundo de la diplomacia y las relaciones internacionales tan necesarias para nuestra segunda independencia con un mensaje de paz y confianza que hace renacer nuestra fe y optimismo. De nuevo el Himno Nacional tiene sentido y la libertad del país toma toda la geografía nacional.

En un futuro no muy lejano será reconocido ese valor, esa entrega desinteresada y ese desafío a la dictadura. Dios acompañe y proteja a los nuevos protagonistas del cambio: la sociedad venezolana. A ella tendremos que agradecer nuestra segunda liberación y serán los protagonistas de esta etapa estelar que vive Venezuela.

Nunca hemos estado tan seguros del triunfo como ahora y queremos decirles a los que siguen pensando que Venezuela es como Cuba, que no es así, que el chavismo llegó por la vía electoral y no por las armas como el castrocomunismo, y por la vía electoral los expulsaremos.


El autor es licenciado en Educación, abogado, especialista en gobernabilidad y analista político


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