Rusia
Sergei Ryabkov. EFE

La agenda interna y la internacional abren con indeterminantes conjeturas sobre el futuro del país, que más que un lugar en La Mancha del cual el sabio Quijote no quiso acorarse, más bien representa una mancha en el concierto internacional, de cuyos problemas muchos prefieren no ocuparse, puesto como decía el poeta asturiano Ramón María de las Mercedes (Pérez) de Campoamor y Campoosorio, “todo es según el color del cristal con que se mira”.

No obstante, considerando que Venezuela ya no es el ombligo del mundo, esta semana una de las comidillas fue la fanfarronada del vicecanciller ruso Sergei Ryabkov, hombre de confianza del “zar” Vladimir Putin, cuando manifestó en las negociaciones de Ginebra, que no podía “ni confirmar ni excluir” la posibilidad de que Rusia mande tropas a América Latina, si Estados Unidos y Europa no reducen lo que describió como sus crecientes actividades militares cerca de la frontera rusa. La cuestión está en saber si Rusia está en capacidad militar, financiera y logística de tener dos frentes abiertos: Estas afirmaciones bien pudiesen analizar con el cristal con se miren. De un lado pudieran interpretarse risiblemente, como un “bluf” en una nueva partida de póker o el libreto de una novela turca; por el otro, con el cristal geopolítico, como el gruñido del oso ruso en el patio trasero de los americanos. La pregunta es: ¿estará Putin probando el poco liderazgo que le pueda quedar a Biden? Hasta qué punto aguantará la presión de los republicanos para que renuncie. El viejo Biden no es el joven JFK en la crisis de los misiles en la Cuba de los 60, como se vio con la penosa y desastrosa retirada en Afganistán.

Las declaraciones, dependiendo del cristal con el cual se analice, pudieran ser una fanfarronada o carta para chantajear a Estados Unidos, considerando su presencia en Cuba, Venezuela, Nicaragua; o ciertamente una advertencia en respuesta al apoyo militar que recibe Ucrania de Washington y la OTÁN. Sin embargo, hasta ahora Rusia pareciera no tener el suficiente pulmón económico para desplegar fuerzas militares en la región. De acuerdo con la ley de Murphy las probabilidades de que exista un evento siempre están presente, por el contrario las posibilidades son menores como de que Rusia esté dispuesto de realizar un despliegue en los actuales momento en Cuba, Venezuela y Nicaragua dirigidos a atacar a Estados Unidos, cuando no existe una amenaza real desde países vecinos como Estonia, Lituania, Polonia, Hungría o Rumania. Un detalle adicional, es que el supuesto Estado vasallo en el cual amenaza desplegar sus tropas, además de pagar los costos operacionales y “ocupacionales” está pendiente por pagar un mínimo de 39,8 MM $ a la ONU, si desea recuperar su derecho a voto, junto con Irán, Somalia, Sudán y Congo, y por el cual Rusia seguramente, no se va a jugar a Rosalinda en un patio que no es suyo.

El segundo tema en agenda es la aparente recuperación económica; de acuerdo con el FMI, en el 2021, la economía cayo a US$42.530 millones y la inflación llegarían a 2.348%. Sorprendentemente, a través de otro cristal más optimista, algunos analistas observan que con la pérfida economía de los bodegones, los casinos, la libre importación, y toda esa gran lavadora que han montado, consideran que para el 22, el crecimiento del PIB real podría ser de 4,5. Las razones se fundamentan supuestamente en una mejoría en la formación de precios, considerando que las tasas de inflación durante el último cuatrimestre del 21 fueron de un solo dígito, por lo cual se esperaría que la inflación general anual cerrara en 2022; aproximadamente 150%, por debajo de 686% de 2021. Ese mismo optimismo lo perciben en el aspecto fiscal al venir aumentando los ingresos tributarios 55% el año pasado versus 2020 y 12,0% versus 2019.

En el sector externo, pronostican una cuenta corriente algo equilibrada en 2022 sobre la base del aumento de las entradas de divisas provenientes de mayores exportaciones de petróleo y algunos productos no tradicionales y de las remesas de los migrantes, lo cual mejoraría la demanda interna. En este contexto, se augura que las reservas internacionales se mantengan  y se logre la estabilidad del precio del dólar y se controle la inflación

El tercer punto de agenda es el fiasco de Barinas y el chivo expiatorio en la confrontación Maduro –Rodríguez versus Cabello. En nombre del Heritage Chávez, el yerno de Chávez fue bajado de la primera clase en la que venía viajando en la Cancillería desde agosto de 2017 a agosto de 2021, a un asiento de turista en el Ministerio Industrias y Producción Nacional, para ser finalmente sacrificado en las elecciones de Barinas, al llegar detrás de la ambulancia, al perder con un diferencial de 14% (43.914) votos y hacerse acreedor de un premio de consolación como protector de Barinas.

En resumen, de darse estos pronósticos el chavismo seguirá en el poder a pesar de sus prácticas antidemocráticas sobre la base un sistema político en el cual a pesar de su falta de apoyo popular, permanecerá en el poder, por lo que el statu quo en el país no tiene por qué cambiar, solo que la oposición, cambie de estrategia, tenga un nuevo discurso y aparezca un nuevo liderazgo político que enamore y entusiasme o una nueva forma de pensar y hacer oposición.


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