Entre los recursos críticos de supervivencia de nuestra especie se encuentra el agua, que compone el 75% de nuestro cuerpo y es tan importante como el aire. Y no se trata del agua de mar, sino de los ojos o bolsones de agua dulce que, para nosotros, sirve para reciclar nuestro 75% y también para alimentarnos.

Son cada vez menos en el mundo y tienen que ser preservados. Hay gente que compara erróneamente el petróleo con el agua, con el criterio que el petróleo es un recurso crítico por el que todos pelean y que el agua dulce seguiría su mismo camino.

El error conceptual de esa apreciación está en que el petróleo dejará de ser útil mucho tiempo antes de acabarse, lo cual, y por consecuencia, probablemente nunca ocurra. Por el contrario, el agua dulce nunca dejará de ser necesaria y sí podría escasear antes, por lo cual no solo debe ser preservada, sino que en paralelo se deben buscar soluciones tecnológicas, tanto para la potabilización del agua salada, como para la construcción molecular de las dos partículas de hidrógeno combinadas con una de oxígeno, a partir de elementos diferentes.

En el caso de Venezuela, contamos con recursos de agua dulce muy importantes sin que eso signifique que podemos controlarlos, porque la cabecera de nuestros ríos más importantes está fuera de nuestro país. Por lo cual, es importante la convivencia pacífica y armónica con las naciones hermanas Brasil y Colombia.

Hay que poner especial atención sobre el río Guaire, no solo porque cruza de oeste a este el valle de Caracas -la ciudad más importante y poblada del país- sino por lo que puede significar como ejemplo de manejo y políticas ambientales. La promesa de limpiarlo debería ser retomada por cualquier Gobierno que tenga un horizonte sustentable de gobernabilidad de, por lo menos, 15 años -lo cual no ocurre al momento de escribir este artículo- donde el horizonte es de seis meses renovables por otros seis meses y así sucesivamente, como viene ocurriendo desde hace varios años.

Habría que crear una autoridad única del río, y hacer lo mismo para cada río importante de Venezuela como Apure, Orinoco y Caroní, con autonomía para buscar recursos y con auditoría técnica y financiera internacional.

La limpieza del Guaire debe iniciarse en su cabecera, en las confluencias del río San Pedro y el río Maracao, en Las Adjuntas, y continuar aguas abajo saneando el ingreso de cada afluente aguas arriba hasta saturar cada uno de ellos en su cabecera (el esquema gráfico sería la espina de pescado, donde la espina principal es el río y las otras espinas importantes son los afluentes).

De forma tal, que al llegar el río a Caracas ya llegue transparente. Allí si habría que pensar en una política de limpieza y mantenimiento, a partir de la motivación de tener un río que se integre a la vida de la ciudad. Ya no solo como una división norte-sur, sino como un factor de unión que pueda incorporarse al parque proyectado en los terrenos de La Carlota. Hay que considerar algunos benchmarks tales como el río Támesis de Londres, el río Han de Seúl y el río Manzanares en Madrid.

La política ambiental debe contar con tres fases: la planificación, la ejecución y el mantenimiento. Las dos primeras son de política pública y dependen de decisiones ejecutivas, mientras que la tercera requiere incorporar a las comunidades de personas y de empresas. Para esta última hay que crear un marco jurídico motivador y sancionatorio, con el fuero penal ambiental y que incorpore a las leyes ambientales la posibilidad real de perder la libertad –ir preso– por contaminar.

Como decíamos anteriormente, los repositorios de agua dulce no son tantos en la tierra, y los de Venezuela deberían ser intervenidos vía lagos artificiales que cumplan la función de generación de energía hidroeléctrica, para lo cual las mencionadas autoridades de río se asegurarían el manejo de los caudales y la estacionalidad, y mantendrían la calidad de esa agua trabajando sobre las napas subterráneas asociadas. Para eso, debe realizarse una identificación de los repositorios y generar formalmente el concepto de cuenca.

Cabe la reflexión, reiterativa en este artículo, de que el Estado no es solo un mal empresario (por definición), sino que su límite debe ser la capacidad de ejecutar la política que él mismo generó.

El sector privado no siempre significa perseguir fines de lucro, lo cual tampoco significa que tenga fines de pérdida. Por lo anterior, proponemos que la autoridad única, o los administradores de las cuencas y de los ríos, sean ONG’s con perfil de Organizaciones de Desarrollo Social (ODS), con especialización en las materias asociadas y muy vinculadas a los ecosistemas de los que se trate en cada caso.

Las plantas de potabilización son un elemento crítico en la cadena porque transforman el agua dulce en agua tomable por el hombre, que es agua potable. El sistema que se inicia con los espejos de agua (la mariposa y el lagartijo en Caracas) requiere de los mantenimientos de cuencas mencionados, pero también de los sistemas de bombeo y almacenamiento que terminan en las plantas de potabilización y posterior distribución industrial y residencial.

La gerencia y administración desde el espejo de agua hacia su uso final son emprendimientos empresariales con claros e irremplazables fines de lucro, los cuales se satisfarán a través de sistemas de tarifas que son los que -como en el caso de la electricidad en páginas anteriores- pueden financiar las inversiones de capital requeridas. Cabe mencionar que uno de los insumos más importantes en la cadena de valor de la toma, transporte, potabilización y distribución, con última milla incluida, es la electricidad.

El punto es combinar los subsidios con el valor real del agua. Cuando nos referimos a empresa privada queremos decir que alguien tendrá que pagar, y que cuando éste sea el caso, el Estado pague solo para las poblaciones vulnerables, mientras que el resto pague según su categoría (residencial, comercial e industrial) y su consumo.

Lo que está ocurriendo en Venezuela es que todos pagan bajísimas tarifas que no cubren los costos, lo cual se traduce en la mala calidad del agua.

Sabríamos que se logró el éxito cuando en Venezuela podamos disfrutar socialmente del río Guaire, y tomar agua del grifo en nuestras casas sin llegar a convulsionar.

Noticias destacadas

  • Maduro criticó a González Urrutia y Márquez tras sus ausencias al firmar acuerdo electoral (¿podrá ser esa la excusa para inhabilitarlos? Claro que, si no es esa, podría ser otra cualquiera, si la estrategia es que no compitan… estamos cada vez más cerca de que algo pase)
  • La Patilla: “Congreso de EEUU no reconocerá a Maduro si se roba la elección”, enfatizó resolución bipartidista
  • Efecto Cocuyo: Centro Carter aclara que su misión en Venezuela tendrá «alcance limitado». Tal Cual: El Centro Carter no realizará una evaluación integral de los procesos de votación, conteo y tabulación. Centro Carter: «Las evaluaciones de la misión se basarán en el marco legal nacional, así como en las obligaciones y estándares regionales e internacionales de derechos humanos para las elecciones democráticas» Esos espacios limitados son los que dan pe a que las cosas pierdan transparencia; ¿Por qué no se puede permitir un acompañamiento completo?)
  • La Ceiba: la única forma de reinsertar a Venezuela en los mercados financieros internacionales, a través de un proceso de reestructuración de deuda, pasa por una elección democrática cuyos resultados sean reconocidos por todos

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

  • Que el tema eléctrico que mantuvo a gran parte de Caracas sin servicio, está claro que no se arregla con promesas. Porque tal vez hoy, más que nunca antes, hay una imposibilidad estructural de cumplirlas. Hacen falta más que promesas… aunque todavía hay gente que se las cree
  • O que la teoría de la falta de vocación para quedarse en el poder por parte del chavismo, vuelve a cobrar fuerza luego de ver (no ver) ni promesas, ni gasto público con aumentos de salarios, y sin atacar ni al candidato principal ni a sus tarjetas. Claro que estas dos últimas se pueden hacer de un día para otro… Pero el resto… bueno… se trata de una campaña al menos atípica, que le facilita el camino a la oposición. Porque lo de las detenciones y persecuciones a segundas y terceras líneas de opositores, ya son parte del folclore electoral del chavismo. La gran diferencia con el pasado es que antes les sumaba, y ahora le restan votos
  • Ni que faltando 40 días para las elecciones es difícil que el gobierno logre mejorar la oferta electoral, ni siquiera para retener a la propia tropa. Y si bien en el gobierno, formalmente, no piensan ni consideran la opción de entregar el gobierno, es evidente que, si perdieran la elección, tienen 5 meses para internalizarlo y hacer las adaptaciones. Van a mantener el TSJ y la AN, pero sin tener en cuenta que una vez que un presidente gana, el juego se da de nuevo y los pesos institucionales cambian. No estaría tan seguro de que el chavismo se mantendría cohesionado después de perder una elección, porque no lo están aun antes de la elección. Todo lo que pase el 29J será novedoso, gane quien gane
  • Tampoco que la valoración de Citgo va desde U$ 7 mil millones, hasta 22 mil millones (o más), según los parámetros que se tomen, y, especialmente la utilización que el comprador pretenda darle según su propio modelo de negocios. Para quien más vale, sin duda, es para Venezuela, que no está admitida en la competencia. Pero ojo! Porque la Venezuela del futuro puede que sea la que supere los 22 mil millones; mientras que la actual no pasará de esa cifra baja mencionada, ridículamente baja. No hay confianza en el gobierno actual, y el futuro gobierno tendrá que construirla para ganársela

 

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