Cuarentena
Foto Federico Parra / AFP

El régimen de Nicolás Maduro aprovechó la cuarentena para arreciar el control social y crear un escenario de «estabilidad política inestable», mientras la población «está atrapada en la incertidumbre» de una economía «profundamente deprimida», afirmaron analistas. 

Este jueves se cumple un mes del inicio de aislamiento social implementado para contener la propagación del covid-19, en medio de una emergencia humanitaria compleja que viene padeciendo el país desde hace varios años.

Lejos de mitigar la crisis económica, política y social, el confinamiento ha incrementado la problemática, de acuerdo con expertos.

«Los problemas del ciudadano común se han agravado. Una vez cese esta cuarentena, el país va a estar en peores condiciones de las que estaba antes», manifestó el politólogo Gonzalo González.

Un escenario más complejo

Antes de la llegada del coronavirus, la nación registraba una contracción económica de más de 60%, explicó Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica.

Indicó que las empresas manufactureras sufrían la caída del consumo, la ausencia de créditos y trabajaban hasta 20% por debajo de su capacidad, con excepción del sector alimentario. Además, señaló que no cuentan con apoyo del Estado, más allá de los discursos, debido a que lo único que tiene son «bolívares pulverizados por la hiperinflación».

«Las empresas no tienen niveles importantes de flujo de caja para enfrentar una paralización tan prolongada. Tiene unas empresas cuyo margen de maniobra frente a la crisis del coronavirus es muy limitada, en términos de poner sostener sus gastos, el pago de nóminas y de impuestos», resaltó.

Oliveros mencionó que el sector informal se ve gravemente afectado, dado que sus condiciones financieras son más precarias y no está generando ingresos actualmente. «La mayoría de los venezolanos que trabajan por su cuenta no tiene ahorros, vive prácticamente de lo que hace al día. Estar un mes encerrados en sus casas significa un mes sin tener ingresos y eso les afecta su consumo, principalmente, el de alimentos», subrayó.

Otro sector que ha sufrido un fuerte impacto, agregó el economista, es el comercial. «En los últimos meses había tenido mucho dinamismo, producto de la dolarización de las transacciones. Ahora se frena debido a la paralización», subrayó.

Mientras esto sucede, el precio del dólar en el mercado paralelo pasó de 77.837,66 bolívares a 132.952,96 bolívares en un mes. Esta situación se presenta debido a la inyección de bolívares inorgánicos que ha hecho el régimen, con la aprobación de bonos asignados mediante el carnet de la patria.

«En la medida que empiezan a recibir bolívares, la gente compra bienes o dólares. En un escenario en el que la oferta de dólares ha disminuido de forma importante, tienes una presión inicial de alza en el precio porque hay una subida de la demanda y una caída de la oferta al mismo tiempo», señaló.

«El problema acá es de confianza, al no haber confianza todo el mundo busca refugio en una moneda dura. Lamentablemente, las expectativas hacia el futuro es que el tipo de cambio siga subiendo, con lo que eso significa en términos de deterioro y de incremento de la inflación», advirtió Oliveros.

Destacó que en este escenario las proyecciones en la contracción económica para finales de 2020 pasó de 10% a 25%. En tanto, el cálculo de la inflación pasó de 2.700% a moverse en el rango de los 12.000% y 15.000%.

«Pasamos a un escenario mucho más complejo en términos de la dinámica económica venezolana, con un mayor grado de deterioro y vulnerabilidad para la gente más pobre, que constituye la mayoría de los venezolanos», expresó.

Incertidumbre por la cuarentena

En un primer momento la población aceptó la cuarentena como una decisión oportuna para frenar el covid-19, aseguró Marcos Hernández López, director de la encuestadora Hercon Consultores. Hasta este miércoles había 197 contagios y 9 muertos, según cifras del chavismo.

Sin embargo, con el paso de los días esta aceptación ha ido cambiando debido a la agudización de la crisis. De acuerdo con sus últimos estudios, 92% de la población tiene una percepción negativa de la situación económica y 80% evalúa negativamente la gestión del régimen.

Hernández López indica que esto ocurre en un escenario en el que 15 millones de venezolanos hacen solo una comida con proteínas al día; 7 millones hacen 2 comidas con todos los complementos proteínicos y 3 millones comen de la basura.

«Mediante el alto costo de la vida, la gente entendió que la crisis le ha pegado a todos los venezolanos. Tanto la oposición como el chavismo están de acuerdo que la situación es crítica», afirmó.

A este escenario se le suma la agudización de los servicios públicos y de la crisis de gasolina que ha originado diversas protestas. Aparte de la dolarización de la economía, en la que la canasta básica ronda los 250 dólares y el salario mínimo integral no supera los 4 dólares.

«La gente fue disciplinada en acatar ese llamado a cuarentena por la pandemia, pero 30 días sin dinero, sin poder movilizarte y sin producir, cuando tú produces día a día, encienden las alarmas», manifestó el sociólogo.

Agregó que esta situación se presenta cuando, a pesar de los intentos que hace el régimen por proteger a los ciudadanos, estos no logran cubrir sus necesidades básicas. También implementa «un sistema de apartheid, que nada más es para los que tienen el carnet de la patria. Si no lo tienes, no eres beneficiado, no eres venezolano y no te merece nada», señaló.

«La sociedad está atrapada en una incertidumbre porque está encerrada en su casa. Los del estrato C que tienen carros no pueden salir a comprar medicinas o alimentos porque no tienen gasolina. Los de los estratos D y E, que representa 55% de la población, vive de la economía informal, no pueden trabajar y no tienen dinero», destacó.

Control social y «estabilidad política»

Aunque el régimen tiene aún una enorme concentración de poder, el politólogo Gonzalo González afirmó que es «un Estado débil, que no puede cumplir la Constitución ni garantizar las necesidades básicas de la población».

Añadió que la cúpula chavista no tiene credibilidad en la sociedad, debido al manejo de «opacidad y manipulación» que le da a la información.

Ante esta situación, a su juicio, el régimen ha aprovechado la cuarentena para tener mayor control social y crear un escenario de «estabilidad política inestable».

«Es una estabilidad política inestable porque se sustenta en una situación delicada y potencialmente explosiva, porque no hay capacidad estatal de garantizarles a los ciudadanos el cumplimiento de sus actividades normales», precisó el analista político.

González y Hernández López coincidieron que el escenario negativo podría generar un desenlace de turbulencia económico y social que afecte la gobernabilidad. Agregaron que por este motivo aumentarán las medidas de restricción, represión y persecución en contra de la disidencia.

Una muestra de ello, consideraron, es la extensión de la cuarentena por 30 días más, aun cuando afirma que la curva de contagios está plana.

«Llevas la medida a un mes si tú quieres seguir controlando a la gente que está en su casa, porque en la calle son bombas de tiempo», subrayó el Hernández López.

Gonzalo González indicó que el chavismo debería llamar a una especie de «acuerdo nacional creíble» o sumarse a la integración de un gobierno de emergencia nacional, propuesto por el presidente interino, Juan Guaidó.

«Los próximos días serán bastante problemáticos para el país, que todavía no ha vivido con exactitud la crisis de covid-19 en toda la magnitud que tiene. Eso va a poner a prueba muchas cosas, entre ellas la estabilidad del régimen para sostenerse», puntualizó el politólogo.

@evbp11


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